Imagine que un día ve al responsable de Recursos Humanos de su empresa montado en una silla de ruedas, recorriendo con ella los distintos recovecos de su lugar de trabajo. Va probando los retos que se encuentra y cómo se siente por ello un discapacitado en su rutina laboral, y esa experiencia le permitirá conocer con mayor sensibilidad la situación de ese colectivo. Por si hubiera algún empleado en esa situación. O para saber si su empresa podría contratar uno.
La figura de un jefe de personal desplazándose en silla de ruedas no es solo producto de imaginación. Algunos ya han pasado por esta experiencia, denominada Pon tu pie en mi huella y organizada por la Fundación Adecco, que ayer coordinó en Pamplona una jornada sobre integración laboral de personas con discapacidad. En ella, diversas ponencias dieron a conocer experiencias y políticas orientadas a este fin y lideradas por esta Fundación, que desde 1999 lleva a cabo programas de integración con grupos de discapacitados, mayores de 45 años, víctimas de violencia de género…
En primer lugar, Máximo Esteban, director del Servicio de Promoción de Empleo e Igualdad de Oportunidades del Servicio Navarro de Empleo, inauguró la jornada subrayando los objetivos del encuentro. "Éste no debe ser otro que el de conseguir que la contratación de las personas con discapacidad se produzca en las empresas ordinarias. Con ello favorecemos su integración social, mejorando la cohesión de nuestras empresas", dijo.
Arantxa Jiménez , directora de operaciones de la Fundación Adecco, siguió la sesión con una charla centrada en la diversidad como estrategia empresarial. Entre otras cosas, en ella desgranó acciones en esta línea como la promoción del voluntariado corporativo. "Consiste en el apoyo de parte de la plantilla a colectivos de discapacitados locales", explicó, a modo de ejemplo.
Tras Jiménez, el acto vivió un inciso. Por parte de la organización, se quiso agradecer expresamente al exciclista Miguel Induráin, pentacampeón del Tour, su presencia entre el público. "Gracias por tu impulso, Miguel", señaló, con los aplausos de los presentes de fondo.
La experiencia de Mutua
Mujer, mayor de 45 años, discapacitada. Es el perfil de una de las últimas trabajadoras que ha pasado a integrar la plantilla de Mutua Navarra. Lo ha hecho a través de un programa de la Fundación Adecco y, en palabras de Teresa Minondo, directora de desarrollo de personas de Mutua, "ha sido una experiencia muy positiva". El 4% de la plantilla de esta empresa es discapacitada. "Nos han demostrado un montón de cosas. Son trabajadores capaces de adecuarse a circunstancias adversas, con gran capacidad de superación, y que además repercuten muy directamente en el ambiente del resto". Así, afirmó, la presencia e integración de un empleado con discapacidad en la plantilla "aumenta el compromiso del resto y reafirma el orgullo de pertenencia a esa empresa".
El ejemplo de Serafín Zubiri
"Salvo excepciones, la inteligencia con la que nacemos las personas es muy parecida. Lo que nos diferencia es el esfuerzo y el ahínco", dijo ayer Serafín Zubiri, músico y deportista, que nació ciego hace 47 años. "En algunos aspectos, y aunque parezca una burrada, mi carencia visual me ha sido hasta ventajosa. Ante un problema, uno tiene dos opciones, o crecerse o minimizarse, y yo he optado por crecerme", señaló a un público formado por directivos y responsables de recursos humanos, junto a expertos en discapacidad y Miguel Induráin, amigo personal del músico. "La fórmula del éxito, en estos casos, es clara. La suma de creatividad y superación da lugar a empleo, hablemos del colectivo que hablemos", concluyó.

